Contra la pobreza, todos luchamos, todos queremos salvar a los pobres. Morimos y vivimos por ayudar a los pobres. Quien no quiere a los pobres?.
Pero tanto agite por que? Simple: Manejar, manipular pobreza es uno de los mejores negocios del mundo. Es la gran industria. Es tener súbditos, siervos baratos, ejércitos de zombis privados, eternos seguidores, que se hacen incondicionales bajo la promesa, que esa pobreza desaparecerá algún día, siempre y cuando se dejen guiar, por su amo, líder, pastor, jefe, padre, o como se hagan llamar los propietarios de esa pobreza en particular.
Lo que no saben los pobres, es que los últimos interesados en acabar con la pobreza, son los mismos que prometen luchar contra ella. La pobreza es como el cuento del “coco”. Ahí viene el coco, vamos todos a luchar contra el “coco”, dice el líder, y sorprende a todos, por su elocuencia, arrojo y valentía, pero eso si, que nadie aniquile al “coco”, porque sin el “coco”, ya no habría líder a quien seguir y se acabarían las prebendas.
La pobreza es una verdad que todos lo saben pero nadie lo dice. La saben los mismos pobres, y los copropietarios de esas pobrezas. Pero se oculta, se disimula, todos se hacen los desentendidos, para que fluya sin mayor tropiezo, la perversa relación entre pobreza y copropietarios. La pobreza también ha hecho su aporte lingüístico a la humanidad, al acuñar, sus propias palabras e integrarlas al lenguaje cotidiano: cachifas, cachifiando, pobrecitos, pobre diablo, pobretón, “in cobrito», pelao, “no money”, “muerto de hambre”, “pata en el suelo”, miserable, lambuceo, y muchas otras mas. También con ella, ha nacido una nueva ciencia: Administración de la Pobreza, con su respectivo MBP, con mucho más potencial y futuro que la ya desgatada Administración de Empresas y su MBA.
Finalmente, hemos descubierto que el mundo no se divide entre pobres y ricos. El mundo se divide entre copropietarios de pobreza y la pobreza que se arrima al mejor postor. O mejor dicho, pobreza cómoda. Los que no estamos alineados a ninguna de esas dos categorías, somos simplemente unos pobres desadaptados.