Los bosques boreales o Taiga

Los bosques boreales o bosques del norte, boreas en griego significa norte, o también llamados Taiga (bosques boreales rusos, Taiga es una palabra rusa que significa: «bosque frío»), es un bioma o área biótica, es decir, es una determinada parte del planeta que comparte clima, vegetación y fauna, que se desarrollan al sur de la tundra (La tundra es un bioma que se caracteriza por su subsuelo helado y falta de vegetación arbórea, que se extiende principalmente por el Hemisferio Norte: en Siberia, Alaska, norte de Canada, sur de Groelendia y la costa artica de Europa), formando dichos bosques boreales, una banda casi continua de bosques de coníferas que se extienden por las regiones subárticas del interior de Eurasia y Norteamérica. Los bosques boreales son los bosques más septentrionales del planeta (la mayor parte se extiende entre los 50 y 60º de latitud norte). Este bioma aparece solamente en el Hemisferio Norte, pues en el Hemisferio Sur en estas latitudes no existen masas continentales. Aún así es uno de los biomas más extensos de la Tierra. Se extiende por Alaska y Canadá en el continente norteamericano y por Escandinavia y el norte de Rusia (Siberia) en el continente euroasiático. Y son los bosques boreales junto a la tundra, uno de los biomas principales de los climas fríos de la Tierra.
Estos bosques boreales está formados mayoritariamente por coníferas (piceas, abetos, pinos, alerces) y durante la mayor parte del año se encuentran cubiertos de nieve. Su aspecto suele ser muy homogéneo, pues están dominados por pocas especies y con un aspecto similar: árboles de troncos rectos y forma cónica, con hojas pequeñas y estrechas (aciculares).

Con estas condiciones ambientales de clima riguroso, terrenos helados gran parte del año y suelos pobres en nutrientes, son las coníferas las que dominan la vegetación. Este tipo de árboles (cuyas semillas se encuentran encerradas en conos o piñas) estuvieron más extendidos en anteriores épocas geológicas, mientras que, actualmente, son las angiospermas (verdaderas plantas con flores), más evolucionadas y diversificadas, las que dominan la mayoría de los biomas terrestres. Las coníferas, hoy en día, solo son dominantes en los bosques boreales y en las zonas montañosas de las regiones templadas, formando el límite tanto latitudinal como altitudinal de la vegetación arbórea.

La forma de crecimiento de los bosques boreales de coníferas, está determinada principalmente por su característica forma cónica, que favorece la caída de la nieve acumulada en las ramas y evita su rotura, y por sus hojas aciculares (por lo que también se les conoce como bosques aciculifolios). Este tipo de hojas estrechas y con gruesas cutículas enceradas e impermeables al agua, les permite resistir bien las heladas y la sequía, pues presentan una superficie de transpiración muy reducida. Aunque estos climas boreales son húmedos, en invierno el agua del suelo se encuentra helada y los árboles no pueden absorberla (sequía invernal) y reemplazar la que se pierde por evaporación. Otros árboles evitan esta pérdida de agua dejando caer sus hojas en invierno, pero las coníferas son en su gran mayoría perennifolias. La permanencia de las hojas en invierno (bosques perennifolios o siempre verdes) les permite realizar la fotosíntesis en cuento suben las temperaturas en primavera y se deshiela el suelo, aprovechando mejor la corta estación de crecimiento.

En su franja mas septentrional y cercana a la tundra el crecimiento de estos bosques es muy lento y los árboles no alcanzan excesiva altura (debido a la pobreza del suelo, al permafrost, y a las bajas temperaturas). No son bosques muy cerrados y presentan un sotobosque con gran abundancia de líquenes (bosque boreal abierto o verdadera taiga). Si se ven alterados por incendios, actividades mineras o por la tala, se recuperan muy lentamente. Conforme nos vamos desplazando hacia el sur los bosques son más densos y de mayor altura (bosque boreal cerrado), hasta que en las cercanías de los bosques templados se van enriqueciendo con especies arbóreas caducifolias típicas de este otro bioma. Además de con los bosques caducifolios, también puede limitar por el sur con las grandes praderas americanas o con las estepas asiáticas.

Las adaptaciones de la fauna a este clima tan riguroso comprenden: migraciones (muchas aves), hibernación (algunos mamíferos como el oso), pelaje blanco invernal (zorro, lobo, liebre, buho,..), almacenamiento de semillas para el invierno (ciertas aves, ardillas,..) y desarrollo de pelajes invernales con un gran aislamiento térmico (marta, armiño,..).

Proteger los bosques boreales significa proteger el clima

Las imágenes de árboles gigantes desplomándose en regiones tropicales centran el debate sobre la protección forestal. Sin embargo, los bosques de latitudes templadas y frías también juegan un papel determinante en la conservación del clima. Los bosques boreales, pasan hacer una de las regiones claves para el clima mundial. Según estimaciones de los científicos que estudian dichos biomas, tan sólo entre un 2% y un 3% de ellos se encuentran suficientemente protegidos. Los bosques boreales constituyen una región clave desde el punto de vista ecológico, ya que, debido a su sensibilidad a los cambios y a su tamaño pueden influir en el clima.
En Canadá, al igual que en Rusia y en los países escandinavos, los bosques boreales se encuentran amenazados por la producción no sostenible de madera y la progresiva urbanización de nuevas áreas.
Un bosque boreal intacto no sólo puede almacenar grandes cantidades de carbono. También es más resistente a las consecuencias del calentamiento global. Justo lo contrario de lo que sucede con aquellos bosques boreales cuyos árboles más robustos han desaparecido por la tala intensiva, como concluye un extenso estudio realizado por científicos canadienses por encargo de Greenpeace. Especialmente problemático es el deshielo de la capa de suelo que se encuentra permanentemente congelada, conocida como permafrost, y sobre la cual crecen gran parte de estos bosques de coníferas. Un terreno que durante miles de años ha almacenado gases de efecto invernadero. Cuando el permafrost se derrite, facilita la liberación a la atmósfera de gas metano perjudicial para el medio ambiente. Los bosques sanos son capaces de retener en el suelo una gran parte de estos gases.

Debate público: los bosques tropicales desplazan la atención mundial ante los bosques boreales o taiga

A menudo, los bosques situados en zonas frías juegan un papel secundario en la discusión sobre la protección forestal a nivel mundial. Lamentablemente, existe desconocimiento en la opinión pública canadiense de lo significativo y sensible de este tema. La protección de los bosques tropicales copa la escena mundial sobre el tema de la desforestación y su impacto en el cambio climático. AZUL Ambientalistas (BLUE Environmentalists) se ha planteado desarrollar un programa educativo en el Canada sobre la proteccion de este importante bioma.